DIA 6 DE ABRIL, TRAVESIA LANAJA-FARLETE
Tenía mucho interés en realizar esta salida que con tanto acierto programó en su día nuestro gerente de excursiones Miguel Angel, especialmente por la fecha elegida. Se trata de una larga travesía cuyo comienzo se sitúa en la provincia de Huesca y termina en los Monegros Zaragozanos atravesando la sierra que divide a tan amplia comarca, la Sierra de Alcubierre.
El día no pudo salir mejor, un precioso día de Abril con un poco de brisa nos ayudó mejor a soportar la subida y por la tarde el intenso sol que castigaba la última parte del recorrido. Por el camino se oían los comentarios de los efectos de la prolongada sequía que soportamos, los campos de cereales apenas verdean raquíticamente y hay grandes calvas en ellos. Comparados con un año normal la situación era preocupante para el campo aragonés. Al llegar a Lanaja el personal pudo saludar a decenas de cigüeñas que nidaban sobre el silo y diversos edificios del pueblo, creando un entenercedor espectáculo.
Salimos por la zona oscense de Los Monegros, una amplísima comarca de más de 250.ooo ha., llana y cultivada en muy buena parte. Durante un largo trecho en nuestro camino sólo la espectacular floración de la aliaga con sus brotes amarillos y el canto alegre de las calandrias rompían la monotonía de nuestra marcha, aunque también pude ver unas florecillas, los nazarenos, que nos recuerdan el tiempo en que estamos en un año nornal. De repente se acaba el llano,después de casi hora y media de caminata, y empiezan las primeras colinas y subidas:las colinas llenas de sabinas que con esas formas geométricas tan diversas y perfectas que forman, hacen como unos preciosos jardines naturales de arbustos. Pronto se acaban éstas
y entramos de lleno en la vertiente norte de la Sierra de Alcubierre. Vamos a vivir lo mejor de la excursión del día, todo ello empieza con un paseo entre altas trincheras como si de una vía de ferrocarril abandonada se tratara, vamos por ella encajonados y siguiendo a un barranco proveniente de la parte superior de la sierra. Más adelante nos encontramos con un verdadero paraíso botánico del mundo mediterráneo, todas las plantas de este ecosistema estaban representadas, nos llama la atención la abundancia de arces de Montepellier, de durillos y sobre todo como van surgiendo nuevos ejemplares de madroños; parece que ésta última ha encontrado acomodo entre estas sierras oscenses ¿será por el cambio climático? Incluso pude ver un pequeño arbusto de boj, parece como si quisiera venir a colonizar esta zona rodeada de amplios y sanos pinares de pino carrasco, pero también de c amplios oscojares s y lentiscos en un buen estado de salud. Comenta alguien de volver a repetir esta excursión en otoño por la coloración de las diferentes especies que vamos viendo.
Arriba en la divisoria tenemos ante nosotros toda una magnífica y extensa visión del valle del Ebro, por el lado izquierdo se observa la tremenda erosión provocada sobre los antiguos glacis monegrinos. Se intuye que vamos a entrar en una vertiente sur muy castigada por el sol y la erosión con resultados paisajísticos muy diferentes a lo que hemos dejado en la vertiente norte. Y así es, efectivamente, los pinos , ralos, con procesionaria, la vegetación resistente a tal adverso medio -los romeros y las coscojas- con unas hojas diminutas y un tamaño sensiblemente inferior a los anteriores, aparecen algunas sabinas (único viviente en suelos y climas extremos) y plantas gipsósilas. La única alegría en este terreno son los ramilletes de coronillas de frailes que aparecen abundantes en esta parte de la vertiente durante unos cuantos metros. El sol nos da de pleno pero una brisa constante acude a nuestra ayuda. Tengo la oportunidad de ver un torreón del siglo XIII, una muy maciza construcción del siglo XIII que en el pueblo nadie sabe que misión cumplió, el acceso no es cómodo y se ha ce a través de un desvío de la pista forestal. Y arriba en la admirable visión de la estepa zaragozana uno recuersa al impesionista Seurat y su ténica de puntillismo al ver múltiples puntitos oscuros que son las sabinas.
Ya en Farlete, y con más de dos horas de antelación sobre el horario previsto-el estrés cotidiano nos abandona ni en los días de fiesta-tomamos un merecido refresco al tiempo que unos contertulios del pueblo animan a nuestras queridas compañeras a acudir el día 2 y 3 de mayo a una caravana de mujeres, pues resulta que en este pueblo hay muchos solteros. !Ánimo , mozas que os encontreis en la misma situación!.
El día no pudo salir mejor, un precioso día de Abril con un poco de brisa nos ayudó mejor a soportar la subida y por la tarde el intenso sol que castigaba la última parte del recorrido. Por el camino se oían los comentarios de los efectos de la prolongada sequía que soportamos, los campos de cereales apenas verdean raquíticamente y hay grandes calvas en ellos. Comparados con un año normal la situación era preocupante para el campo aragonés. Al llegar a Lanaja el personal pudo saludar a decenas de cigüeñas que nidaban sobre el silo y diversos edificios del pueblo, creando un entenercedor espectáculo.
Salimos por la zona oscense de Los Monegros, una amplísima comarca de más de 250.ooo ha., llana y cultivada en muy buena parte. Durante un largo trecho en nuestro camino sólo la espectacular floración de la aliaga con sus brotes amarillos y el canto alegre de las calandrias rompían la monotonía de nuestra marcha, aunque también pude ver unas florecillas, los nazarenos, que nos recuerdan el tiempo en que estamos en un año nornal. De repente se acaba el llano,después de casi hora y media de caminata, y empiezan las primeras colinas y subidas:las colinas llenas de sabinas que con esas formas geométricas tan diversas y perfectas que forman, hacen como unos preciosos jardines naturales de arbustos. Pronto se acaban éstas
y entramos de lleno en la vertiente norte de la Sierra de Alcubierre. Vamos a vivir lo mejor de la excursión del día, todo ello empieza con un paseo entre altas trincheras como si de una vía de ferrocarril abandonada se tratara, vamos por ella encajonados y siguiendo a un barranco proveniente de la parte superior de la sierra. Más adelante nos encontramos con un verdadero paraíso botánico del mundo mediterráneo, todas las plantas de este ecosistema estaban representadas, nos llama la atención la abundancia de arces de Montepellier, de durillos y sobre todo como van surgiendo nuevos ejemplares de madroños; parece que ésta última ha encontrado acomodo entre estas sierras oscenses ¿será por el cambio climático? Incluso pude ver un pequeño arbusto de boj, parece como si quisiera venir a colonizar esta zona rodeada de amplios y sanos pinares de pino carrasco, pero también de c amplios oscojares s y lentiscos en un buen estado de salud. Comenta alguien de volver a repetir esta excursión en otoño por la coloración de las diferentes especies que vamos viendo.
Arriba en la divisoria tenemos ante nosotros toda una magnífica y extensa visión del valle del Ebro, por el lado izquierdo se observa la tremenda erosión provocada sobre los antiguos glacis monegrinos. Se intuye que vamos a entrar en una vertiente sur muy castigada por el sol y la erosión con resultados paisajísticos muy diferentes a lo que hemos dejado en la vertiente norte. Y así es, efectivamente, los pinos , ralos, con procesionaria, la vegetación resistente a tal adverso medio -los romeros y las coscojas- con unas hojas diminutas y un tamaño sensiblemente inferior a los anteriores, aparecen algunas sabinas (único viviente en suelos y climas extremos) y plantas gipsósilas. La única alegría en este terreno son los ramilletes de coronillas de frailes que aparecen abundantes en esta parte de la vertiente durante unos cuantos metros. El sol nos da de pleno pero una brisa constante acude a nuestra ayuda. Tengo la oportunidad de ver un torreón del siglo XIII, una muy maciza construcción del siglo XIII que en el pueblo nadie sabe que misión cumplió, el acceso no es cómodo y se ha ce a través de un desvío de la pista forestal. Y arriba en la admirable visión de la estepa zaragozana uno recuersa al impesionista Seurat y su ténica de puntillismo al ver múltiples puntitos oscuros que son las sabinas.
Ya en Farlete, y con más de dos horas de antelación sobre el horario previsto-el estrés cotidiano nos abandona ni en los días de fiesta-tomamos un merecido refresco al tiempo que unos contertulios del pueblo animan a nuestras queridas compañeras a acudir el día 2 y 3 de mayo a una caravana de mujeres, pues resulta que en este pueblo hay muchos solteros. !Ánimo , mozas que os encontreis en la misma situación!.
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