RESEÑA DE LA EXCURSIÓN A
GALLOCANTA
El 17 de noviembre, al día siguiente de que una importante
nevada cubriera buena parte de la provincia de Teruel, un autobús fletado por
Ansar se aventura a la laguna de Gallocanta. Amanece lloviendo en Zaragoza, lo
que asusta a unos pocos de los inscritos en la excursión, pero la mayoría
deciden emprender el viaje. En Paniza ya encontramos las primeras nieves, pero
la carretera está limpia. Al llegar a Gallocanta una ligera llovizna y el barro
de los caminos parecen aliarse para dificultar la caminata prevista hasta las
Cuerlas. Esperando que mejore el día, aprovechamos para visitar la exposición
de Teresa Aznar que se muestra en el restaurante Allucant. Preciosas láminas
botánicas en la que comparten espacio plantas de herbario con dibujos a lápiz.
Posteriormente visitamos el Centro de Interpretación de
Gallocanta, en el que se exponen las principales aves según los diferentes
hábitats del espacio natural. Aprovechamos las enormes cristaleras que se
asoman a la laguna para colocar nuestros telescopios, de esta forma protegidos
de la lluvia, y poder observar las primeras grullas. Estamos en plena migración
otoñal de estas aves, y esta semana se han contabilizado más de 38.000
individuos.
Parece que la lluvia amaina y decidimos emprender la marcha.
Nos dirigimos hacia el observatorio de los Aguanares. Desde allí seguimos
viendo bandos de grullas alimentándose de grano, y algunos que nos sobrevuelan.
En la laguna vemos ánade real, pato cuchara, chorlitos y aguiluchos laguneros.
Seguimos el paseo hasta la ermita de la Virgen del Buen Acuerdo,
excelente mirador de la laguna. Allí, nuestro geólogo de guardia, Juan Pablo
Castro, nos explica el origen de la laguna, considerada hoy en día como un
polje producido por disolución de las calizas. Además nos da pequeñas
pinceladas sobre el arte y las tradiciones de la ermita.
Regresamos a comer a Gallocanta y por la tarde el autobús
nos acerca hasta la laguna de la Zaida.
Interesante humedal que es gestionado desde el siglo XVI por los
vecinos de Used. Desde aquí continuamos recorriendo la zona sur de la laguna de
Gallocanta. Desde el autobús divisamos más bandos de grullas. Pasada la
localidad de Bello nos dirigimos al Centro de Interpretación de Tornos. Aquí la
nieve del día anterior se ha conservado mucho mejor, lo que unido a que ha
salido el sol, nos ofrece una tarde espectacular. Las llanuras nevadas nos
recuerdan a la estepa rusa.
Una familia de grullas no para de comer grano muy cerca de donde nos encontramos y el griterío de los bandos inunda el atardecer. Al ocultarse el sol, el frío se apodera de nosotros y decidimos poner camino a Zaragoza.