Ansar Excursiones.

24 abril 2014

VIAJE A OLOT. RECORRIDO POR LOS ESPACIOS NATURALES DE GERONA.
Esta Semana Santa Ansar ha organizado un viaje de cuatro días para conocer la naturaleza de los espacios protegidos de la provincia de Gerona. Comenzamos visitando el Parque Natural del Montseny que está situado en la Cordillera Prelitoral Catalana, entre las provincias de Barcelona y Gerona. Los más valientes se dirigieron a la cota más alta del Parque, el Turó de l’Home a 1706 metros de altitud, y pudieron recorrer el abetal más meridional de Europa. El resto del grupo hizo un recorrido por el Turó de Morou, atravesando un precios hayedo que crece sobre rocas graníticas.

 Además de las hayas, en el bosque encontramos una gran variedad de árboles como castaños, arces, encinas, alcornoques, robles etc. El sotobosque está dominado por los brezos y brecinas. Entre las especies de plantas nos llama la atención una población de Narcissus poeticus, con sus hermosas flores blancas.

fotografiando anemonas

narcisos

 Pasamos por el Empedrat de Morou, que permite reconocer las distintas etapas de alteración del granito y de formación del suelo. 

En cuanto a la fauna, los protagonistas fueron los anfibios: rana temporaria y salamandra.



El segundo día recorrimos el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un espacio único en la Península Ibérica ya que nos encontramos ante un importante  número de conos volcánicos del Cuaternario, ya apagados pero que conservan perfectamente su morfología, lo que permite reconocer su origen a pesar de estar cubiertos de una importante masa forestal. Nuestro geólogo de guardia, Juan Pablo Castro,  nos da una explicación introductoria sobre el origen de este volcanismo. El itinerario comienza en la Fageda d’en Jordà, un hayedo que crece sobre una colada volcánica emitida por el volcán Croscat hace 11.500 años. 

Ascendemos hasta el volcán Santa Margarida, en cuyo fondo se encuentra la ermita del mismo nombre. 













Continuamos hacia el volcán Croscat. Este fue explotado como cantera para extraer los materiales volcánicos. Actualmente ha cesado la actividad, se ha restaurado y permite ver la estructura interna del cono volcánico. 

La tarde la dedicamos a visitar el precioso pueblo medieval de Santa Pau.


El sábado nos dirigimos a la Costa Brava para visitar el Parque Natural de los Aiguamolls de L’Empordá, uno de los humedales más importantes de Cataluña. Allí los guías del parque nos contaron toda la lucha que hubo en los años 80 para conservar este espacio que estaba muy amenazado por la expansión urbanística de la costa. 

A lo largo del paseo podemos ver los diferentes ambientes del parque y disfrutar de una gran variedad de aves: garceta común, garcilla bueyera, espátula, ánade friso, ánade azulón, aguja colinegra, cigüeñuela, cigüeña, garza real, gaviota patiamarilla, aguilucho lagunero, polla de agua etc. Aunque la especie que más nos hizo disfrutar fue el morito, ya que un buen número de ejemplares en migración, se dejaron ver a muy corta distancia. 




Por la tarde nos acercamos hasta el Estartit, y aunque el frescor reinante no nos permitió disfrutar de la playa, pudimos contemplar la hermosa vista de las cercanas Islas Medas, un Área Protegida de alto valor, especialmente por sus fondos marinos. Los botánicos estuvieron entretenidos con las plantas que crecen en las dunas de la playa, tan desconocidas para los que somos de interior.


El último día partimos de Olot hacia Bañolas. Hicimos una parada para ver la espectacular colada volcánica de Castellfollit de la Roca.

Después nos dirigimos a Besalú, un bonito pueblo medieval que conserva varios monumentos muy interesantes, entre los que destaca el espectacular puente sobre el río Fluviá. Aunque todo el mundo va a contemplar la arquitectura, los naturalistas también nos fijamos en la fauna y en el mismo puente vimos una colonia de avión roquero, un ejemplar de gorrión molinero y un sapo común. 

Terminamos la mañana dando un relajante paseo por el Lago de Bañolas, haciendo tiempo hasta la hora de la comida, momento esperado para disfrutar de la gastronomía local.


 Aquí terminamos nuestro periplo por esta sorprendente provincia de naturaleza variada, llena de bosques y volcanes y con restos todavía bien conservados de costa. Desde aquí agradecemos al personal del hotel de Olot que tan bien nos atendió, a Miguel Ángel que nos organizó un viaje perfecto, a nuestros guías de los Aiguamolls, a nuestros monitores y a Celso, nuestro conductor, que con santa paciencia está siempre dispuesto a atender nuestras peticiones. ¡Y como no!, a todos los que participasteis en el viaje, siempre de buen humor, y que gracias a vuestra colaboración permitisteis que los cuatro días transcurrieran sin ningún problema.