VIAJE A LA SIERRA DE URBASA
Del 21 al 23 de abril
Unas 35 personas disfrutamos de tres días de intensa naturaleza en el viaje que organizó Ansar a la Sierra de Urbasa en Navarra.
El primer recorrido transcurrió por el entorno del nacedero del río Urederra. La niebla, primero y la lluvia después en lugar de asustar al grupo de naturalistas, les ofreció un ambiente que permitió disfrutar aún más de los umbríos bosques de hayas y robles. Es más, un sendero normalmente repleto de turistas quedó solitario para nosotros. Buitres, alimoches, tritón palmeado y sapo partero salieron a nuestro encuentro.
El segundo día realizamos un paseo por el Raso de Urbasa visitando los distintos manantiales, sumideros y dolinas de este macizo kárstico. Descubrimos larvas de salamandra en las fuentes y numerosas especies de flores que a pesar del frío reinante en estos lugares se atreven a salir: orquídeas, gencianas, prímulas, narcisos, violetas…
El último día, ya de regreso a casa realizamos una parada en el embalse de Cañas, en Viana. Allí disfrutamos del vuelo rasante de los vencejos reales y pudimos hacer interesantes observaciones ornitológicas: espátulas, morito, bigotudo, archibebe claro, silbón europeo, águila calzada, avoceta etc.
Terminó el viaje con una estupenda paella en La Grajera de Logroño y dando un paseo por su pantano, donde hicimos nuestras últimas observaciones: una colonia de garzas reales, somormujos y el vuelo acrobático de una pareja de aguiluchos laguneros.
Desde aquí agradecemos la organización llevada a cabo por Pilar, Miguel Ángel y Juan Carlos que nos hicieron pasar unos días estupendos.
Del 21 al 23 de abril
Unas 35 personas disfrutamos de tres días de intensa naturaleza en el viaje que organizó Ansar a la Sierra de Urbasa en Navarra.
El primer recorrido transcurrió por el entorno del nacedero del río Urederra. La niebla, primero y la lluvia después en lugar de asustar al grupo de naturalistas, les ofreció un ambiente que permitió disfrutar aún más de los umbríos bosques de hayas y robles. Es más, un sendero normalmente repleto de turistas quedó solitario para nosotros. Buitres, alimoches, tritón palmeado y sapo partero salieron a nuestro encuentro.
El segundo día realizamos un paseo por el Raso de Urbasa visitando los distintos manantiales, sumideros y dolinas de este macizo kárstico. Descubrimos larvas de salamandra en las fuentes y numerosas especies de flores que a pesar del frío reinante en estos lugares se atreven a salir: orquídeas, gencianas, prímulas, narcisos, violetas…
El último día, ya de regreso a casa realizamos una parada en el embalse de Cañas, en Viana. Allí disfrutamos del vuelo rasante de los vencejos reales y pudimos hacer interesantes observaciones ornitológicas: espátulas, morito, bigotudo, archibebe claro, silbón europeo, águila calzada, avoceta etc.
Terminó el viaje con una estupenda paella en La Grajera de Logroño y dando un paseo por su pantano, donde hicimos nuestras últimas observaciones: una colonia de garzas reales, somormujos y el vuelo acrobático de una pareja de aguiluchos laguneros.
Desde aquí agradecemos la organización llevada a cabo por Pilar, Miguel Ángel y Juan Carlos que nos hicieron pasar unos días estupendos.
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